La soledad y el silencio que dominaron Machu Picchu durante su clausura por casi ocho mesesdebido a la pandemia del nuevo coronavirus, terminaron este domingo 1 de noviembre con un espectáculo de luces y colores que evocaron ancestrales ceremonias incas. En ese escenario se anunció la reapertura del histórico monumento de manera segura y bajo la nueva normalidad con el uso de mascarillas y conservando la distancia social.
Las autoridades peruanas hicieron un llamado para que los turistas del mundo regresen y se maravillen con esta joya arquitectónica de los incas, situada en las montañas de Cusco, sin temor a aglomeraciones ni a contagios por la COVID-19.
Su reapertura fue fastuosa para la cual se usó una inédita iluminación de sus estructuras que exaltaron la majestuosidad de la ciudadela en medio de la oscuridad, mientras que sus muros sirvieron de lienzo sobre el que se proyectaron diversos efectos visuales, como cataratas de agua que bajaban por sus niveles.
En el espectáculo se distinguió la personificación de uno de los incas que habitó este fastuoso lugar. El personaje hizo una ofrenda a pachamama, la madre naturaleza, a la que después se enalteció con danzas folclóricas.
En la ceremonia estuvieron presentes los ministros de Comercio Exterior y Turismo, Rocío Barrios; de Cultura, Alejandro Neyra; y de Ambiente, Kirla Echegaray. En el marco de esta actividad, el monumento más famoso de Perú recibió el sello ‘Safe Travels’ que otorga el Consejo Mundial del Viaje y el Turismo (WTTC).
“Para nosotros es un día sumamente especial. Luego de ocho meses muy duros por la pandemia, le decimos al mundo que vamos a volver, y se lo decimos desde nuestro icono más importante”, dijo Rocío Barrios durante el acto.
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“Machu Picchu se reabre y lo estamos reactivando con responsabilidad y suma prudencia, para que cuando el mundo piense en volver, nos tenga en la mente y sepa que Machu Picchu es un destino seguro”, acotó la ministra de Comercio Exterior y Turismo.
Durante las últimas semanas las autoridades trabajaron en un protocolo de de seguridad sanitaria para poder abrir de forma segura el recinto arqueológico por cuyas grandes plazas y estrechos pasillos han transitado miles de personas cada año.
Las aglomeraciones de turistas ahora están proscritas en Machu Picchu, ya que con la nueva normalidad se hará aún exclusiva la visita a la ciudadela los incas. En adelante solo habrá como máximo el 30 % de los turistas que entraban antes del cierre por la pandemia. Eso significa 675 visitantes por día, con un límite de 75 turistas por hora.
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