Más polarización que armonía ha causado una propuesta del Gobierno estadounidense orientada a impedir a las instituciones escolares aplicar prohibiciones a los atletas estudiantes transexuales que practiquen deportes acordes con su identidad de género.
En fecha reciente el Departamento de Educación anunció la propuesta que intenta dejar en claro la situación de los deportistas transexuales que forman parte de los torneos escolares y universitarios del país.
El ente gubernamental afirma en su propuesta que la prohibición de los deportistas transexuales viola la ley de derechos civiles promulgada hace 51 años que frena cualquier tipo de discriminación por género en los centros educativos que reciban asistencias federales.
En la actualidad unos 20 estados del país han prohibido que los estudiantes transgénero practiquen deportes compatibles con su identidad de género, impedimentos que chocan con la nueva propuestas del Departamento de Educación.
Según el Departamento de Educación las prohibiciones decretadas en esa veintena de estados no tienen en cuenta las diferencias entre los estudiantes en los distintos grados y niveles educativos.
Pese a este aparente gesto a la inclusión, la nueva propuesta federal que dejaría sin efecto las prohibiciones absolutas, daría luz verde para que las instituciones educativas tengan facultad discrecional de impedir la participación de estudiantes transgénero si se considera que socavan la equidad.
De acuerdo con la propuesta, una institución educativa podría enfrentar la dificultad de impedir que un estudiante transgénero participe en un partido de escuela primaria destinado a enfatizar el trabajo en equipo, pero podría prohibir que estos atletas participen en competencias de la escuela secundaria.
La participación de los transexuales en competencias deportivas absorbe la atención en la política de Estados Unidos, donde los conservadores y religiosos luchan contra la inclusión de trans en los equipos femeninos.
La elevada polarización que provoca el tema se evidenció con la propuesta de la Administración de Joe Biden, que con la intención de encontrar un término medio en el asunto, lo que consiguió fue un rechazo casi unánime.
Algunos progresistas y activistas por los derechos humanos calificaron la propuesta como una “traición”, mientras que los políticos conservadores dijeron que lucharían contra su aplicación.
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A favor y en contra
Alexandria Ocasi-Cortez, legisladora demócrata, calificó la propuesta como una desgracia y en su cuanta Twitter escribió que “no hay ninguna razón para que el gobierno de Biden haga esto”.
La investigadora legislativa y activista por los derechos de las personas transgénero, Erin Reed, por su parte acotó que la propuesta abriría las puertas para los republicanos que buscan justificar las prohibiciones absolutas de los atletas trans en torneos en centros de educación.
Por otro lado, algunas personas que se definen como defensoras de los derechos de las personas transgénero se mostraron más optimistas con la propuesta que todavía deberá sortear un largo proceso antes de ser aprobada.
En la contraparte, los conservadores ya anunciaron que darán una batalla legal.
La gobernadora republicana de Dakota del Sur, Kristi Noem escribió en su cuenta Twitter: “Defenderemos nuestras leyes. Solo las niñas practicarán deportes de niñas. Presidente Biden, nos veremos en los tribunales”.