El mercado laboral pandémico es agobiante a través de los ojos de los trabajadores inmigrantes de los restaurantes de Filadelfia. Se ha roto el tejido laboral y será difícil de recomponer. El monopsonio acosa a los inmigrantes. Los propietarios del sector no mejoran las ofertas de trabajo. Ofrecen remuneraciones mediocres y extenuantes puestos multitareas. Así es la realidad, o la aceptas o te vas a otros sectores laborales. Muchos lo han hecho, al parecer, para no volver.
Un sector se transforma monopsónico cuando ejerce un gran control sobre el mercado. En el caso que no ocupa ofrece salarios bajos y puestos multitareas a trabajadores desprotegidos. La definición encaja perfectamente en la percepción de Natalia Nicastro, formadora comunitaria de PhilaPOSH. En el sector de la hospitalidad en Filadelfia “no hay escasez de trabajadores. Está realmente relacionado con las condiciones que ofrece la industria de la restauración”.
Puedes leer: Escasez de personal médico pone en jaque a Pensilvania
Nicastro defiende la seguridad laboral de los trabajadores nacidos en el extranjero, la mayoría de indocumentados. Ella indica que la construcción tiene horarios más predecibles y está mejor pagada. A esa rama han ido a parar quienes salieron de las cocinas de los restaurantes. “Algunos no están dispuestos a volver a los horarios nocturnos y al ritmo frenético de la industria de la restauración”.
Monopsonio acosa a los inmigrantes
El éxodo del personal y la necesidad de los propietarios de trabajar para cubrir las pérdidas de la pandemia se conjugaron. Estos factores a la postre contribuyeron a una mezcla de oportunidades y estancamiento del empleo. Es cierto, hoy hay menos desempleo en el sector de los inmigrantes, pero son sobre exigidos.

La periodista Laura Benshoff de Keystone Crossroads-WHYY fue quien halló la arista sobre el monopsonio acosa a los inmigrantes. Esta visión la obtuvo de Erica Groshen, asesora económica principal de la Universidad de Cornell. La fuente es además ex comisionada de la Oficina de Trabajo y Estadísticas.
Groshen señala el “monopsonio” como uno de los posibles culpables. El monopsonio laboral es una situación en la que los empresarios son tan poderosos que pueden mantener los salarios bajos. Se ejerce esa presión con el fin de evitar se reduzca su margen de beneficios. El hecho es que hay suficientes personas sin trabajo que no tienen otra opción que aceptar el trabajo mal pagado.
La desconfianza problematiza
“Ahí es donde se produce una dicotomía. Los empresarios dicen: ‘No puedo encontrar suficientes trabajadores’. A su vez los trabajadores… argumentan que los empresarios no lo hacen tan bien como se podría pensar”, dijo.
Otro problema es que cada vez hay más puestos de trabajo que exigen un título de secundaria o universitario. Esto hace más difícil para los trabajadores sin esas credenciales entrar y aprender en el trabajo, según Groshen.
“La tasa de desempleo sigue siendo muy alta para las personas sin título de secundaria. Se ha mantenido más o menos estable durante los últimos cuatro o cinco meses”, dijo. A lo largo del verano, el desempleo de las personas sin título de bachillerato rondó el 10%. Siempre está dos o tres puntos porcentuales por encima del desempleo de las personas con título de bachillerato. Esto según datos del BLS.
Propietarios consientes
Algunos propietarios de negocios también se plantean el cambio por su parte. Intuyen que el monopsonio acosa a los inmigrantes. Juan Carlos Romero, propietario de Philly Tacos, forma parte de un grupo de 25 propietarios de negocios mexicanos. Son restauranteros en su mayoría. También están propietarios de tiendas de comestibles y salones de belleza, con sede en el sur de Filadelfia.

Se reúnen semanalmente en Zoom para hablar de los retos que comparten. También discuten cómo pueden trabajar juntos para encontrar formas de ayudar a la comunidad latina local.
“La idea es mejorar las condiciones de trabajo de nuestra gente”, dijo Romero. Una alternativa es fijar salarios base “justos” para los mismos puestos. Sin embargo es una iniciativa que aún está en proceso. “Como pequeñas empresas, tenemos que encontrar soluciones para los malos salarios, las malas condiciones… y las excesivas horas de trabajo”, continuó.
Puede leer: Una doble epidemia se solapa: COVID-19 y la gripe estacional
Romero dijo que todos los miembros de su pequeña plantilla ganan al menos 15 dólares por hora.
Aun así, cuando Spruce Street Harbor Park ofreció a su negocio la oportunidad de abrir una sucursal en la instalación frente al mar este verano, no pudo contratar suficiente personal para gestionar el nuevo local y su restaurante Point Breeze al mismo tiempo.