El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, regresó este miércoles 26 de junio en silencio a su Australia natal tras acordar su libertad con la justicia estadounidense 14 años después de la mayor filtración de documentos clasificados de Estados Unidos, mientras su esposa pidió “tiempo” para que “pueda hablar de nuevo”. Assange pasó los últimos cinco en una prisión de alta seguridad en el Reino Unido.
Assange aterrizó en el aeropuerto internacional de Camberra, la capital australiana, en un vuelo chárter alrededor de las 7:00 de la noche (hora local), después de un largo viaje que comenzó el lunes en Londres y que le llevó a realizar el martes 25 de junio un parada técnica en Bangkok antes de comparecer hoy en Islas Marianas del Norte como parte del pacto con Estados Unidos.
El activista, de 52 años, al salir del avión levantó el puño, cruzó la pista para darle un abrazo a su esposa Stella Assange y luego a su padre John Shipton, ante la mirada de decenas de periodistas.
“Les pido por favor que nos den espacio, que nos den privacidad, para encontrar nuestro lugar, que dejen que nuestra familia sea una familia antes de que él pueda hablar de nuevo en el momento que elija”, dijo la esposa de Assange, indicando que no participará en una rueda de prensa como estaba inicialmente previsto.
Minutos antes, en una pequeña sala del East Hotel de Camberra, frente al más de centenar de periodistas que esperaban a su marido, la esposa de Assange había dicho: “Julian quería estar aquí hoy, pero me ha pedido que yo lo haga (…) Necesita tiempo, necesita recuperarse”.
Ambos se conocieron durante la estancia de Julian Assange en la Embajada de Ecuador en Londres (2012-2019), periodo en el que tuvieron a sus dos hijo.
Hombre libre
El australiano, acusado de espionaje, fue declarado este 26 de junio “hombre libre” por la justicia de Estados Unidos gracias a un acuerdo alcanzado tras una batalla judicial de casi 14 años.
“Puede salir de esta sala del tribunal como un hombre libre”, dijo la jueza Ramona V. Manglona al final de una audiencia rápida el miércoles 26 de junio en el tribunal federal de Estados Unidos en Saipán, en las Islas Marianas del Norte, un territorio estadounidense. Sin embargo, Assange no podrá viajar a Estados Unidos sin autorización, indicó el Departamento de Justicia en un comunicado.
En virtud del acuerdo, el exhacker acusado de haber publicado cientos de miles de documentos confidenciales estadounidenses o de contenido sensible que revelaron los secretos en Estados Unidos de las guerras de Irak y Afganistán, así como sobre la base de Guantánamo en la década de 2010, se declaró culpable de obtener y divulgar información sobre defensa nacional.
“Alenté a mi fuente a proporcionar material clasificado” dijo Assange este miércoles 26 de junio en el tribunal, refiriéndose a la soldado estadounidense Chelsea Manning, que filtró la información. Luego abandonó la sala, sin hacer ninguna declaración.
Tras salir del tribunal, Assange subió a un avión privado que partió de las Islas Marianas rumbo a Canberra.
Assange abandonó el lunes 24 de junio el Reino Unido, donde llevaba cinco años encarcelado tras aceptar declararse culpable ante la justicia de Estados Unidos.
El acuerdo implicaba acusarlo de un solo cargo, “conspiración para obtener y divulgar información relacionada con la defensa nacional”, por el que fue condenado a 62 meses de prisión, una pena que ya queda cumplida con los cinco años que pasó en prisión preventiva.
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Detenido inicialmente en 2010 a instancias de Suecia por un caso de abusos que hoy está archivado, Assange estaba en medio de un complejo proceso de extradición a Estados Unidos, donde había sido acusado de 18 delitos que suponían una posible pena de 170 años de prisión.
El fundador de WikiLeaks fue arrestado por la policía británica en abril de 2019, tras pasar siete años en la embajada de Ecuador en Londres para evitar su extradición a Suecia en una investigación por violación, finalmente desestimada.