Las boyas colocadas por el gobierno de Texas en el fronterizo Río Grande para frenar el cruce de migrantes irregulares desde territorio mexicano, son “ilegales” según sentenció el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar.
El diplomático recordó que en fecha reciente el Departamento de Justicia presentó una demanda civil para impedir que el gobierno de Greg Abbott coloque barreras adicionales y retire las ya existentes.
“Lo que está haciendo Texas es ilegal pero también es hacer del fenómeno de migración un fenómeno político y no un fenómeno humanitario, económico”, dijo Salazar.
Refirió que más que poner barreras a la migración, se deben atacar sus causas y construir una política que permita un flujo de migrantes legal, seguro y ordenado.
El presidente Andrés López Obrador ha dicho que estas boyas eran una “provocación” y que violaban la soberanía de México. Mientras que por su parte, su canciller Alicia Bárcena, informó que tres cuartas partes de la barrera de boyas de 305 metros de longitud, se ubican en territorio mexicano y que su despacho envió dos notas diplomáticas a Washington especificando los tratados fronterizos que se violan con su colocación.
A principios de julio el gobernador Abbott ordenó instalar en el río fronterizo una cadena de boyas que se sumó a la barrera de alambre de púas colocada en la orilla, en un punto por el que los migrantes pasan desde México.
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Según reportes de medios, algunos migrantes han quedado atrapados y han tenido que ser rescatados.
Un empresario de Texas, que ofrece paseos por el río, presentó también una demanda contra las barreras ya que, alega, perjudican el paso de sus embarcaciones turísticas.
La embajada de México anunció la semana pasada que también analiza posibles acciones legales.