El gobierno de Estados Unidos enviará 1.500 militares en la frontera con México que “no participarán directamente en actividades de mantenimiento del orden”, ante un predecible aumento de migrantes cuando se elimine la normativa que permite impedir la entrada a muchos de ellos.
El próximo 11 de mayo quedará sin vigencia la controvertida medida sanitaria conocida como Título 42, que permite expulsar de forma inmediata a la mayoría de los migrantes que llegan a la frontera sin visa ni documentación requerida para su ingreso a territorio estadounidense.
Desde que se estableció la regulación con la intención de frenar la pandemia, las autoridades de Estados Unidos han impedido que se realicen más de 2,7 millones de solicitudes de asilo. Solo en marzo intentaron entrar más de 160.000 migrantes.
El Gobierno de Joe Biden tiene la certeza de que el levantamiento del Título 42 hará que el número de cruces fronterizos aumente, y se prepara para afrontar esa situación.
“A petición del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), el secretario de Defensa, Lloyd Austin, aprobó un aumento temporal de 1.500 efectivos militares adicionales para complementar los esfuerzos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP)”, informó el portavoz del Pentágono Pat Ryder en un comunicado.
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“El personal del Departamento de Defensa ha apoyado a la CBP en la frontera durante casi dos décadas, de modo que es una práctica común”, refirió por su parte en conferencia de prensa la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, quien añadió que dicho personal también cumplirá “tareas administrativas”.
De acuerdo con el Pentágono, durante 90 días los militares se ocuparán de labores como detección, monitoreo e ingreso de datos hasta que la CBP pueda encargarse de las mismas tareas contratando más personal.
“El personal militar no participará directamente en las actividades de mantenimiento del orden”, afirmó Pat Ryder.
En otro comunicado el Departamento de Seguridad Nacional ha reconocido que pidió ayuda debido a un aumento anticipado en la migración, pero concuerda en que el personal del Departamento de Defensa “no interactuará con migrantes u otras personas bajo custodia del DHS”.
El DHS está consciente de que el tiempo se agota y por eso intenta abordar el problema desde diversos frentes. En abril anunció varias medidas como la apertura de centros en Colombia y Guatemala para preseleccionar a los migrantes que podrán entrar en el país.
También ha dicho que simplificará los procesos de permiso de reunificación familiar para cubanos y haitianos y los extenderá a ciudadanos de El Salvador, Guatemala, Honduras y Colombia.