Como una medida para combatir las sobredosis por consumo de opioides en la población escolar, el condado de Los Ángeles suministrará a las escuelas públicas un antídoto, según informó el superintendente del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles, Alberto Carvalho. La disposición fue anunciada tras registrarse nueve casos durante las primeras semanas del nuevo año escolar en los que se incluye la muerte de una adolescente de 15 años.
“Estamos ante una crisis urgente”, dijo Carvalho, quien está al frente del Distrito Escolar que abarca más de 1.400 instituciones educativas, tanto de primaria como de secundaria, siendo así la segunda red de escuelas públicas más grande de Estados Unidos, después de Nueva York.
We have an urgent crisis on our hands. Research shows that the availability of naloxone and overdose education is effective at decreasing overdoses and death–and will save lives…Keeping students safe and healthy remains our highest priority. pic.twitter.com/fNxkXJXTFa
— Alberto M. Carvalho (@LAUSDSup) September 23, 2022
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La muerte de la estudiante de 15 años ocurrió la semana pasada. La joven fue encontrada sin vida en los baños de su escuela luego de haber tomado una pastilla de fentanilo que había comprado a otro estudiante de la misma escuela ubicada en el distrito de Hollywood. Las instalaciones educativas abrieron durante la noche porque se realizaría una competición deportiva en la que también registraron la asistencia de otros dos alumnos con cuadros médicos similares.
Las autoridades sanitarias, ante la gravedad del problema, decidieron aplicar una solución que va más allá de la prevención. Decidieron abastecer a todos los centros escolares el fármaco Naloxone, una poderosa sustancia que puede detener los efectos de una sobredosis si se suministra a tiempo por vía nasal o como inyección. Según dijo el superintendente Carvalho, la citada medicación “es altamente efectiva a la hora de revertir la situación y recuperar la respiración”.
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El gobernador de California, Gavin Newsom, firmó en este verano una ley que obliga a las universidades a proveer el mismo antídoto en atención a que los casos de consumo de opioides y sobredosis han registrado un repunte en los campus del estado.
Condados como San Diego, Elk Grove y Palos Verdes impulsan medidas iguales, principalmente ante la preocupación de los padres ante las nuevas formas en las que el fentanilo llega a Estados Unidos, en ocasiones como pastillas de colores con el propósito de llegar a los más jóvenes.
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