El Ministerio Público de Costa Rica inició los trámites para solicitar a México la extradición Mauricio Víquez Lizano, prófugo desde hace siete meses por denuncias de violación y abusos sexuales a menores de edad cuando era sacerdote.
Víquez de 54 años, fue apresado el pasado domingo 18 de agosto en la localidad mexicana de San Nicolás de los Garza por parte de la Policía Federal de este país. Sobre el ex sacerdote pesaba una solicitud de captura internacional de Interpol emitida el pasado 19 de febrero, informó BBC Mundo.
El Ministerio Público entregó el pedimento al Juzgado Penal de la localidad de Desamparados en San José, esta instancia deberá dar el visto bueno y remitir el documento a la Corte Suprema de Justicia que lo trasladará al Ministerio de Relaciones Exteriores que formalizará la solicitud a México.
Las autoridades informaron que fue suspendido el plazo de prescripción del delito incluido en la primera denuncia contra Víquez, el cual se cumpliría en septiembre próximo. Víquez era buscado por un delito de violación cometido contra un menor de edad en el año 2003 y que prescribiría en septiembre de 2019, cuando se cumplirán 10 años desde que la víctima llegó a la mayoría de edad.
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Tras su extradición a Costa Rica, Víquez enfrentará una causa penal por los delitos de abuso sexual, violación calificada y corrupción agravada cometidos contra el referido menor, según informó el diario costarricense La Nación.
Sin embargo existen al menos otras ocho acusaciones por abusos sexuales contra monaguillos de las localidades de Tres Ríos y Patarrá que se presentaron por la vía canónica, según reseña del Semanario Universidad.

Por su parte la Fiscalía indicó este viernes que se han agregado al expediente tres denuncias más contra Víquez presentadas este agosto, las cuales están en etapa de investigación.
Estas denuncias ocurrieron luego de que en abril de este año entrara en vigor una ley que amplía los plazos para que puedan acudir a la justicia los menores víctimas de abuso sexual. Estos presuntos abusos se habrían producido hace 20 años.
El actual arzobispo de San José, José Rafael Quirós, y el arzobispo emérito Hugo Barrantes fueron acusados de haber encubierto a Víquez, que fue suspendido en 2018 a pesar de que, según varias presuntas víctimas, las primeras denuncias en su contra se hicieron varios años antes.
Víquez fue denunciado por primera vez en 2003 pero continuó celebrando misas durante 15 años más e incluso oficiando como portavoz de la Iglesia en temas relacionados con la familia.
El Vaticano lo expulsó definitivamente del sacerdocio el 25 de febrero pasado y en mayo perdió el puesto que tenía como docente en la Escuela de Bibliotecología y Ciencias de la Información de la Universidad de Costa Rica.
En Costa Rica, un país de mayoría católica y donde esta religión está estipulada como oficial en la Constitución, la crisis obligó a la Iglesia a pedir perdón en dos ocasiones este año por los delitos sexuales cometidos por sacerdotes y a comprometerse a dar prioridad a la atención de las víctimas.