El Gobierno chino expresó su enérgico rechazo a la reciente decisión de Estados Unidos de cancelar visados a estudiantes provenientes de China, calificándola como una acción “políticamente motivada y discriminatoria”. La medida, según autoridades en Pekín, atenta contra los derechos legítimos de los afectados y pone en riesgo los intercambios académicos y culturales entre ambas naciones.
“La parte estadounidense, bajo el pretexto de la ideología y la seguridad nacional, ha cancelado de forma irrazonable los visados de estudiantes chinos”, denunció Mao Ning, portavoz del Ministerio de Exteriores, durante una conferencia de prensa en la capital china.
El gobierno chino ya ha presentado una protesta formal ante Washington, expresando su “firme oposición” a lo que considera una violación flagrante de los principios de cooperación internacional en el ámbito educativo. “Esta decisión expone la hipocresía de la supuesta libertad y apertura que Estados Unidos asegura defender, y perjudicará aún más su imagen y credibilidad global”, agregó Mao.
El secretario de Estado, Marco Rubio, anunció esta semana la revocación de visados para estudiantes chinos, particularmente aquellos vinculados al Partido Comunista o inscritos en “campos clave” de estudio, aunque no se ofrecieron mayores detalles al respecto.
La tensión se incrementa en un contexto en el que la Administración Trump ha intensificado sus críticas hacia instituciones educativas consideradas “progresistas”, como Harvard. El Presidente cuestionó públicamente la alta proporción de estudiantes internacionales en dicha universidad y propuso limitarla al 15%, en lugar del 25 % actual.
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Harvard, una de las universidades más prestigiosas del mundo, acoge actualmente a más de 10 mil estudiantes internacionales provenientes de 150 países, entre ellos más de 2 mil ciudadanos chinos, según datos oficiales del ciclo académico 2024/2025.
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