Roxham Road es un pequeño tramo vial con mucha nieve en el límite de Canadá con Estados Unidos, y para cientos de migrantes haitianos, venezolanos y colombianos significa la última frontera que deben cruzar para poner fin a un largo viaje de exilio.
Ansiosos de llegar, los migrantes apresuran el paso tras descender del vehículo que los llevó hasta el frio lugar donde cumplen la última escala de su travesía en la línea limítrofe que separa Canadá de Estados Unidos en la ruta que está entre Nueva York y Montreal.
“Deténgase, el paso en este punto es ilegal, si lo hace será arrestado”, les dicen repetidamente los agentes policiales de Quebec a los migrantes que en grupos desembarcan de día y de noche en Roxham Road.
En medio de una fuerte nevada se observan los recién llegados, algunos sin abrigos ni botas, ataviados solo con ropa ligera y zapatos tenis. Mujeres cargan en brazos a sus hijos con algunos juguetes que asoman de sus bolsos de viaje y algunas con coches de bebé que se atoran en la nieve.
Durante una mañana, antes del amanecer, más de 70 personas con equipaje caminaban por un camino estrecho cubierto de nieve para entrar a Canadá🇨🇦 por el cruce de Roxham Road, en Saint-Bernard-de-Lacolle. Entre ellos había algunos venezolanos🇻🇪
📸Nasuna Stuart-Ulin para @nytimes. pic.twitter.com/0fvRX5MYxv
— Venezuela Migrante (@venezuela_migra) March 8, 2023
Makenzy Dorgeville, quien emigra para escapar de la violencia de las calles de Haití, manifiesta su alegría por haber llegado a Canadá luego de años haciendo esta ruta. Él describe el viaje como una carrera de obstáculos a lo largo de 10 países de Centro y Suramérica que cruzó desde Brasil.
Como muchos otros migrantes de su país, Makenzy sabe que inclusive si su solicitud de asilo es rechazada, Canadá no deporta a los haitianos. Este hombre asegura haber sufrido mucho en su nación debido a la violencia de las pandillas, y para él Canadá representa la esperanza de una nueva vida.
Antes de que atraviesen la frontera, varias ONG les entregan mantas, gorros y les dan palabras de aliento. “Queremos que sepan que hay personas que los apoyan en su búsqueda de un lugar donde vivir seguros”, les dice Frances Ravensbergen, voluntario de la organización “Créons des ponts” (Tendiendo puentes).
VIDEO: Every day, hundreds of migrants from Venezuela, Colombia, Haiti and other countries illegally cross the border between Canada and the United States through Roxham Road. For many of them, Canada represents the end of a long journey across jungle and desert. pic.twitter.com/fkWvzxzQSh
— AFP News Agency (@AFP) March 14, 2023
Tras haber sido registrados por la policía los migrantes son llevados al puesto fronterizo oficial más cercano para radicar una solicitud de asilo. Entre el 50% y el 60% de estas solicitudes son aceptadas.
Transcurridos unos meses los migrantes logran un permiso de trabajo, mientras, los niños pueden ir al colegio y además se benefician de servicios de salud y son alojados en centros de asistencia o en hoteles durante el tiempo que dura el tratamiento de su solicitud.
Intensificación de flujos migratorios
Desde la reapertura de fronteras tras la pandemia, los flujos migratorios se intensifican en el mundo, alimentados por la miseria económica y la creciente inseguridad en varios países.
Roxham Road es ahora un punto de paso conocido y en las redes sociales abundan los videos que explican cómo llegar y cuánto cuesta el pasaje desde la estación de bus más cercana en Plattsburgh.
En 2022, cerca de 40.000 personas llegaron de forma ilegal por esta vía, dos veces más que en 2017, cuando se registró el récord anterior, según la oficina de inmigración de Canadá. Y el invierno no desalienta a los que quieren pasar, solo en enero fueron más de 5.000.
Esta inmigración irregular es nueva para Canadá, un país de difícil acceso por su situación geográfica y que tiene una política estricta en materia de visas.
Roxham road. All the conveniences of home for illegal border crossers curtesy of the taxpayer. #cdnpoli#cdnpolitics pic.twitter.com/LN1bgDvSIQ
— Doug Boswell (@BoswellDoug) March 12, 2023
“La rapidez del sistema, entre otras cosas, es lo que motiva a las personas a venir. Del lado estadounidense, toma de cinco a seis años, incluso más, en comparación con dos años en promedio en Canadá”, explica Stéphanie Valois, presidenta de la asociación de abogados en derecho de la inmigración de Quebec.
Los llamados a cerrar el Roxham Road se multiplican, pero Valois recuerda que en la “búsqueda de seguridad las personas están dispuestas a todo” y que Canadá, como país rico, tiene una responsabilidad. “Los demandantes de asilo atraviesan el Darién, no es la frontera lo que va a detenerlos”, asegura.
Esta selva entre Colombia y Panamá “es un paso de gran dificultad físicamente, con montañas y mucho barro”.
“Las personas que lo han cruzado quedan muy marcadas. Mis clientes me cuentan historias de terror, mujeres que han sido violadas, hombres golpeados y muchos mueren en esta ruta”, relata la abogada de largo cabello gris y lentes redondos que ha consagrado su vida a defender a los demandantes de asilo.
Esta parte del viaje sigue siendo un trauma para la haitiana Eli (nombre cambiado), que llegó hace poco y que la AFP entrevistó en Montreal.
Why the US northern border is experiencing record migration
"This aerial view shows migrants from #Venezuela, Nigeria, Haiti and other countries arriving at the Roxham Road border crossing in Roxham, Quebec, on March 3, 2023.#Canada
—https://t.co/9c7EzbKkfo pic.twitter.com/uyB5pbvXxF— Cynthia Bustillos (@LillyFagel) March 13, 2023
“La selva es lo peor”, admite la joven de largas trenzas y grandes aretes creoles en las orejas y que no pierde su sonrisa. “Vi muchos muertos en esa ruta. Una noche tuvimos que dormir al lado de los cuerpos”, dice la mujer de 29 años, que atravesó este paso con su pequeña hija que entonces tenía dos años.
En medio de un camino angosto, los precipicios, los animales salvajes, “tú sabes que si caes, mueres”, agrega.
Y la otra parte que todavía le da pesadillas a Eli, fue el paso a Estados Unidos, en especial, los centros de detención.
“¡Es una humillación! Nos prohíben incluso lavarnos, cepillarnos los dientes”, explica al señalar un “trato inhumano”.
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Se espera que el tema del flujo de demandantes de asilo, en especial a través de Roxham Road esté en la agenda de conversaciones entre el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, durante su visita a Ottawa, el 23 y 24 de marzo.
Para Canadá, poco habituado a estos temas, la retórica de la inmigración va en aumento. Y cada vez más voces piden la renegociación de un tratado que estipula, como el acuerdo de Dublín en Europa, que los migrantes deben radicar su demanda de asilo en el primer país al que lleguen.
Pese a todo, la situación es bien diferente a la de Estados Unidos, estima Carolina, que huyó recientemente con su hija y menciona el racismo en Estados Unidos. Esta joven madre colombiana está feliz “de poder hoy simplemente salir a la calle sin miedo”.