Silvio Berlusconi, ex primer ministro italiano ha fallecido este lunes 12 de junio a sus 86 años, un deceso que marca el final de un período de la historia de Italia ya que él cambió la manera de hacer política. Además, dejó su huella en el mundo empresarial, de la comunicación y del deporte durante los más de 50 años en los que protagonizó la vida del país.
Berlusconi murió en horas de la mañana en el hospital San Raffaele de Milán, en compañía de sus cinco hijos, su hermano Paolo y su compañera Marta Fascina. El ex primer ministro había vuelto a ingresar en dicho centro de salud el pasado viernes 9 de junio luego de una breve pausa, ya que había permanecido hospitalizado 44 días tras revelase que desde hace tiempo padecía de leucemia.
El magnate, quien luego de ser un empresario de éxito revolucionó la política en la década de los años 90 cuando al frente de la organización política conservadora Forza Italia (FI) convirtiéndose en el precursor del populismo, será despedido con funerales de Estado el próximo miércoles 14 de junio en la catedral de Milán, su ciudad natal y donde fraguó todos sus logros.
Se espera que la capilla ardiente pública se lleve a cabo mañana martes 13 de junio, pero ya no será en la sede de su televisión Mediaset en Milán como se había anunciado. Ello se debe a “cuestiones de orden público” ya que espera la asistencia de miles las personas a dar su último adiós a uno de los políticos más queridos por los italianos.
Por ahora los restos mortales de Berlusconi reposan en su mansión de Arcore, donde esta tarde se realizará un velatorio privado a la espera de conocer finalmente donde tendrán lugar sus honras públicas.
Aunque su vida estuvo rociada de polémicas, desde sus famosas fiestas con jóvenes mujeres en Arcore hasta sus presuntos vínculos con la mafia, en la actualidad tanto rivales como aliados recuerdan su faceta “histórica”.
El Papa Francisco, desde el hospital Gemelli de Roma donde fue operado el pasado 7 de junio, se refirió a Berlusconi y su “enérgico temperamento” como “un protagonista “de la vida política italiana. Mientras, el jefe del Estado Sergio Mattarella, lamentó con profunda tristeza la muerte de un gran líder político que dejó su huella en la historia de Italia, cambiando paradigmas, costumbres y lenguaje.
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“Era sobre todo un luchador, un hombre que nunca tuvo miedo a defender sus convicciones, con coraje y determinación”, aseguró la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, quien lo considera “uno de los hombres más influyentes de la historia de Italia”.
Tanto Meloni como su vicepresidente Matteo Salvini, ambos socios de Berlusconi en la actual coalición de Gobierno de centro-derecha, cancelaron su agenda. Por su lado la Cámara de Diputados ha suspendido sus sesiones y el Senado, al que Berlusconi retornó en octubre de 2022 tras 9 años de inhabilitación, ha colocado la bandera a media asta.
Además de la conmoción política y social causada por la muerte de Berlusconi, su desaparición física hace sacudir a su imperio económico que tendrá que repartirse entre sus cinco hijos. Pero también hace temblar a su partido Forza Italia que queda huérfano de su máximo líder y no tiene un claro heredero.
Berlusconi más allá del fútbol
Berlusconi también fue un hombre de fútbol. La huella que deja en este deporte trazada con un Milan histórico que gobernó durante 31 años (1986-2017) no tiene comparación con muchas otras obras de arquitectura futbolística. Aquel Milan campeón con el ganó 28 títulos será siempre el Milan de Berlusconi.
Pero además del fútbol, Berlusconi tuvo una gran influencia en otros deportes como el rugby, el voleibol, el béisbol y el hockey sobre hielo italianos, con la creación de la ya extinta Polisportiva Milano Mediolanum, un proyecto para unir las disciplinas de la ciudad de Milán bajo la marca del equipo de fútbol.
La Polisportiva Mialano Medionalum estuvo activa entre 1989 y 1994, y fue coordinada hasta 1991 por el italiano Fabio Cappelo, que fue luego entrenador del Milan, heredero de su compatriota Arrigo Sacchi.