El Tribunal Supremo de Estados Unidos emitió el viernes una sentencia que anula el caso Roe v. Wade, poniendo fin de esta manera a todas las protecciones federales sobre la práctica del aborto.
Por los momentos los residentes de Pensilvania no se verán afectados por la decisión del Tribunal Supremo. Sin embargo, el escenario podría cambiar a mediano plazo.
En Pensilvania, el aborto es legal hasta 24 semanas después del último periodo menstrual de una persona. La paciente que desee abortar debe recibir el asesoramiento obligatorio del estado, que incluye información destinada a disuadirla de la decisión y luego esperar 24 horas antes de que se le practique el procedimiento.
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El aborto mantiene su estatus de legalidad en la entidad. El gobernador Tom Wolf ha sido un firme defensor del derecho al aborto en el estado, vetando varios proyectos de ley aprobados por la Asamblea General, controlada por los republicanos, que restringirían aún más el acceso al procedimiento.
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Wolf ha prometido seguir oponiéndose a la legislación antiabortista durante los meses que le quedan de mandato, pero las elecciones de noviembre podrían determinar el futuro del acceso a la práctica.
Los votantes de Pensilvania elegirán un nuevo gobernador, y sólo uno de los candidatos, el fiscal general y candidato demócrata Josh Shapiro se ha comprometido a mantener la protección del aborto.
Por su parte, el candidato republicano Doug Mastriano se ha comprometido a prohibir completamente los abortos y ha patrocinado una ley que lo prohibiría una vez que se detecte el “latido del corazón del feto”.
De acuerdo a Axios, Mastriano dice en su página web de campaña que firmaría la legislación “Heartbeat Bill”, y que pondría fin a la financiación estatal de Planned Parenthood si es elegido.
También se está tramitando una enmienda constitucional en la Legislatura del estado que dice que el derecho al aborto no está garantizado en la constitución del estado.
En Pensilvania, una enmienda constitucional, que no puede ser vetada por un gobernador, sólo necesita una mayoría simple en dos sesiones consecutivas antes de obtener la aprobación por mayoría de votos en unas elecciones primarias o generales. Podría ir a la votación en mayo de 2023.
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Expertos y defensores han advertido que, con la revocación, es probable que Pennsylvania experimente una afluencia de pacientes de estados vecinos que no tienen protecciones similares.
Reacciones
El gobernador Tom Wolf escribió en su cuenta de Twitter que se trataba de “un día oscuro para los derechos reproductivos en Estados Unidos”.
“Pero quiero que todos los habitantes de Pensilvania sepan que los servicios de aborto están disponibles y no se ven perjudicados por el fallo de hoy”.
“A las mujeres y a las personas embarazadas de los estados circundantes y de todo el país donde no es así: Aquí están seguras”, añadió el gobernador demócrata.
El alcalde de Filadelfia, el demócrata Jim Kenney, dijo en un comunicado el viernes que el aborto es la atención de la salud y la decisión “allana el camino para aún más ataques a nuestros derechos constitucionales.”
Women’s Law Project, una organización sin ánimo de lucro que lucha por el derecho al aborto en Pensilvania, calificó la decisión de “catastrófica para los derechos reproductivos” en un comunicado, criticando al alto tribunal por servir a “intereses especiales en lugar de a la justicia”.
Bajo otra perspectiva, Maria Gallagher, directora legislativa de la Federación Pro-Vida de Pensilvania, la mayor organización antiabortista del estado, dijo que el fallo “anuló una injusticia”. “Este es un día histórico para las mujeres embarazadas y sus hijos antes de nacer y sus familias en Pensilvania y en todo Estados Unidos”, dijo.