La revista colombiana Semana reveló las supuestas relaciones formales que existen entre el Gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y los disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Esta vinculación tendría como objetivo trazar ocasionales operaciones conjuntas para efectuar posibles ataques terroristas en territorio colombiano.
Según documentos reservados del Servicio de Inteligencia Bolivariano (Sebin) y del Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Ceofanb) considerados ultrasecretos por Venezuela, a los que Semana habría tenido acceso exclusivo, el propio Ceofanb estaría relacionado con estos grupos al punto de suministrar armamento, alimentos, protección y entrenamiento.
De acuerdo con la información publicada por la revista, en un comunicado fechado el 9 de agosto de 2019 el almirante Remigio Ceballos, comandante del Ceofanb, habría notificado a las fuerzas militares venezolanas que por orden de Nicolás Maduro, “deberán evitar entablar enfrentamiento con personal de los grupos rojos (guerrillas colombianas)” y “brindar apoyo logístico y entrenamiento”, además de “garantizar los derechos humanos y satisfacer necesidades básicas de higiene y alimentos”.
Este documento indicaría que la orden de no atacar y ayudar a los guerrilleros colombianos entró en vigencia el 10 de agosto de 2019. Diecinueve días después, el 29 de agosto, fue difundido el video en el que Iván Márquez junto con un grupo de disidentes de las Farc anunció su regreso a las armas.
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Semana puntualizó que las Fuerzas Militares colombianas estiman que en territorio venezolano hay unos mil hombres del ELN y otros 600 de las disidencias de las Farc. La revista dice además que en uno de los escritos reservados a los que tuvo acceso, que esa cifra puede llegar a los dos mil guerrilleros, de los cuales entre 15 % y 20 % son venezolanos reclutados por los grupos irregulares.

La investigación periodística refiere además que de acuerdo a datos de los servicios de inteligencia venezolana, el gobierno de Maduro conocería en detalle la ubicación de los campamentos del ELN que “prácticamente, se encuentran en todos los estados de Venezuela”.
El reportaje de Semana señala que los guerrilleros retribuyen con información estratégica la protección que les ofrece el régimen de Maduro. Esta alianza entre militares e inteligencia venezolana y guerrilleros colombianos estaría orientada a “elaborar planes en los que analizan puntos estratégicos de la infraestructura colombiana, así como instalaciones gubernamentales, militares, puertos, aeropuertos, puentes y carreteras”, según detalla otro de los documentos secretos en poder del medio de comunicación.
“Varias cosas sorprenden de este extenso documento secreto. Una de ellas, y posiblemente la más grave, es el alto grado de detalles y conocimiento de los blancos en territorio colombiano (…). Resulta muy llamativo que en este caso en particular los servicios de inteligencia y las Fuerzas Militares venezolanas cuenten con la guerrilla como parte fundamental de sus planes de inteligencia y brazo armado”.
Semana también reveló que poseen dos documentos titulados “Zamora” y “Centauro Negro”, en los que las FANB diseñan un plan de defensa ante una supuesta invasión de Estados Unidos desde Colombia.