Una asociación cristiana afirmó este sábado de noviembre que el número de estudiantes y profesores secuestrados en la víspera en una escuela católica del centro de Nigeria se eleva a 315, tras una revisión del balance anterior de 227.
Es el segundo secuestro esta semana en una escuela del país africano, amenazado por el presidente estadounidense, Donald Trump, con una intervención militar por una supuesta campaña de violencia yihadista contra los cristianos.
Según la Asociación Cristiana de Nigeria (CAN), los asaltantes de la escuela de primaria y secundaria de St. Mary, en el estado de Níger, se llevaron el viernes 21 de noviembre a “303 estudiantes y 12 profesores”.
Esta cifra representa casi la mitad de los 629 alumnos inscritos en este centro.
El lunes 17 de noviembre, un grupo de hombres armados habían secuestrado a 25 alumnas de una escuela de secundaria en el estado vecino de Kebbi, en el noroeste de Nigeria.
Estos hechos, sumados a un ataque contra una iglesia esta semana, pusieron en alerta a los dirigentes del país más poblado de África.
Las autoridades de los estados vecinos de Katsina y Plateau ordenaron el cierre de todas las escuelas como medida de precaución. El gobierno del estado de Níger también decretó el cierre de muchos centros educativos.
Y el presidente Bola Tinubu canceló sus compromisos internacionales, incluida su participación en la cumbre del G20 en Sudáfrica, para gestionar la crisis.
Hace más de una década, yihadistas de Boko Haram secuestraron a casi 300 niñas en Chibok, en el noreste de Nigeria. Las heridas por ese suceso siguen abiertas y algunas de esas chicas continúan en paradero desconocido.
Intensificación de los secuestros
La CAN indicó que el reverendo Bulus Dauwa Yohanna, obispo católico de la diócesis de Kontagora, de la que depende la escuela St. Mary, proporcionó el nuevo balance tras una visita al lugar.
“Decidimos ponernos en contacto con los alumnos, realizar comprobaciones y llevar a cabo investigaciones complementarias sobre aquellos que creíamos que habían logrado escapar. Entonces descubrimos que otros 88 alumnos habían sido capturados tras intentar huir”, declaró el reverendo, citado en un comunicado.
“Esto eleva a 303 el número de alumnos (niños y niñas) y 12 profesores (cuatro mujeres y ocho hombres), lo que eleva el número total de personas secuestradas a 315”, añadió.
Desde hace años, bandas criminales fuertemente armadas, denominadas “bandidos” por las autoridades, intensifican sus ataques en las zonas rurales del noroeste y el centro de Nigeria, donde la presencia del Estado es escasa.
Estas bandas han dejado miles de muertos y llevan a cabo secuestros para obtener rescates con los que financiar su actividad.
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Aunque los “bandidos” no tienen una ideología concreta y su motivación es lucrarse económicamente, su creciente acercamiento a los yihadistas del noreste preocupa a las autoridades y a los analistas de seguridad.
Desde hace 16 años, el noreste de Nigeria es escenario de una insurrección yihadista que ha dejado 40.000 muertos y más de dos millones de desplazados.
Por AFP

































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