Cuanto se esperaba de la jueza Amy Coney Barret se cumplió en la primera audiencia del proceso de confirmación. Panelistas y detractores hicieron su papel. Los senadores de ambas aceras cayeron en un diálogo de sordos.
La magistrada dijo lo que ya los medios habían divulgado en la mañana. Habló de último luego que los integrantes de la Comisión de Justicia de la Cámara Alta lo hicieran. Barrett aseguró que sabe distinguir sus convicciones personales de su labor como jueza.
“Las cortes no están hechas para resolver cada problema o corregir cada error en nuestra vida pública. Las decisiones de política pública (…) deben tomarse por las ramas políticas que son elegidas y rinden cuentas al pueblo”.
Diálogo de sordos
La percepción en torno a una falta de empatía o una mirada inclinada a los intereses de la nación no fue vista. Las horas transcurrieron en un diálogo de sordos tal como lo calificó la periodista de AFP Charlotte Plantive.
Las interesadas presentaciones tenían objetivos proselitistas. La jueza Barrett escuchó todas las intervenciones con disposición y un lenguaje corporal relajado. Justo a 22 días de las elecciones se están dando este proceso.
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Algunos senadores hicieron su participación a través de mensajes online. Uno de los casos fue el de la demócrata Kamala Harris. La yunta de Joe Biden consideró “irresponsable” haber lanzado el proceso de nominación en medio de la pandemia de la COVID-19.
Observó que más de 50 personas estarían reunidas en una sala por muchas horas. Harris reprochó a los republicanos por “poner en peligro” al personal del Congreso. Además no hay que perder de vista que tras el acto de nominación de la jueza Barrett en la Rosaleda de la Casa Blanca se disparó una propagación.
“El Senado debería tener como prioridad un plan de auxilio para las familias” afectadas por el COVID-19, dijo Harris. Se vislumbra rico en confrontaciones. Un proceso en la cámara alta al estilo de un diálogo de sordos. El procedimiento de confirmación de la nominada a jueza de la Corte Suprema dura cuatro días.
Maratón de argumentos
Lindsey Graham, quien encabeza el Comité Judicial del Senado, dijo que “esta será una larga semana de peleas”. Tras comenzar el proceso Graham dijo a los senadores que todos intentaran ser respetuosos. “Recordemos que el mundo nos mira”, sentenció.
Barrett, de ser aprobada por la plenaria del Senado, llenará la vacante de la fallecida jueza Ruth Bader Ginsburg. La magistrada nacida en New Orleans está a 180 grados de la ahora difunta. Ella es católica practicante y madre de siete hijos. Es bien vista por los cristianos tradicionalistas con quienes comparte valores como la oposición al aborto.
Si el Senado la confirma, se sumará a los cinco magistrados conservadores y tres liberales que completan la Corte de nueve miembros.
Un proceso breve pero engorroso
Para este diálogo de sordos en importante saber algunos detalles. Cuando queda una vacante en la Corte Suprema, el Presidente está autorizado constitucionalmente a nominar a alguien para ocuparla.
Depende del Comité Judicial del Senado examinar al aspirante y celebrar audiencias de confirmación. Una vez el comité da luz verde, el pleno del Senado realiza la votación definitiva. Este proceso atraviesa varios pasos que requieren mucho tiempo. Tradicionalmente, los senadores quieren reunirse y evaluar a los nominados ellos mismos. Esto supone semanas de reuniones en el Capitolio. Sin embargo el caso de la jueza Amy Coney Barrett es la crónica de una aprobación anunciada.
Demócratas respetuosos de la fe
Algunos progresistas temen que sus convicciones religiosas pesen en su lectura del derecho. No obstante en un país en el que apenas una cuarta parte de la población se declara atea o sin religión, los demócratas se cuidaron de no atacarla en ese flanco.
“Su fe no debe estar en discusión”, dijo Biden, a quien las encuestas dan como el preferido por el electorado.
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Las críticas y menciones a la nominada apuntaron a su posición contra la ley conocida como Obamacare. Ella “dijo que quiere deshacerse” de la Obamacare, dijo Biden, quien fue vicepresidente de Obama. “El presidente quiere deshacerse (de Obamacare). Sigamos concentrados en lo esencial: ¡en un mes, los estadounidenses van perder su seguro de salud!”.
Un voto decisivo en la Corte
Las reticencias demócratas para con Barrett tienen varios fundamentos. Una semana después de las elecciones, la Corte examinará un recurso contra Obamacare presentado por legisladores republicanos.
Los progresistas ponderaron los avances que trajo consigo Obamacare. Dieron ejemplos de sus beneficiarios. Además publicaron sus fotos en carteles frente a la jueza Barret. La situación obligó a otro descarrilamiento presidencial. Trump tuiteó en paralelo al acto… “Los republicanos deberán responder alto y fuerte que NOSOTROS vamos a proveer los mejores cuidados médicos mucho más baratos”.