Un dato preocupante ha sido expuesto recientemente por la Secretaria de Salud de México, que advierte en el marco de su población adulta que comprende unas 15 millones de personas, 25% registra algún problema de salud mental.
De acuerdo a la Organización Mundial para la Salud, la morbilidad asociada a enfermedades mentales nace en la adolescencia. Se estima que “la mitad de las enfermedades mentales comienzan antes de los 14 años, pero la mayoría de los casos ni se detectan ni se tratan”.
De acuerdo al doctor Marcelo Valencia, investigador del Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón de la Fuente” (INPRF), solamente el 3% de los afectados con edades entre 18 y 65 años busca atención médica.
Las perturbaciones a la salud mental generalmente tienen en las angustias, depresiones y adicciones un detonante seguro, por lo que la claridad en su sintomatología se opaca en las circunstancias adversas que vive el afectado.
Estados de ánimo agresivos, de omisión, de desinterés o de alta conflictividad, propio de algunas enfermedades mentales, son asociados como respuestas a las fuerzas subyugantes y no como síntomas de un deterioro mental.
Los datos que revelan el nivel de autoreconocimiento frente a una perturbación, provienen de los libros de “Remisión y recuperación funcional en depresión, trastorno bipolar y esquizofrenia”. Sobre este panorama el médico psiquiatra Marcelo Valencia aseguró que los trastornos mentales afectan a casi 450 millones de personas en el mundo.
Asimismo es un hecho que la depresión, la bipolaridad y la esquizofrenia son los trastornos más comunes, y se manifiestan a través de culpa, apatía, melancolía, tristeza, ansiedad y pérdida de interés.
El experto indicó que frente a estas patologías los pacientes requieren intervenciones múltiples y específicas como medicamentos y tratamiento psicosocial, así como psicoeducación, tanto para el paciente como para sus familiares.
En el ámbito de los pacientes de temprana edad, la depresión ocupa el tercer lugar. El suicidio es la segunda causa de muerte entre los 15 y los 29 años. El uso nocivo del alcohol y de drogas ilícitas entre los adolescentes es un gran problema en muchos países y puede generar comportamientos peligrosos, como las prácticas sexuales de riesgo o la conducción temeraria.
El médico residente del Instituto Nacional de Psiquiatría dijo que los programas enfocados al tratamiento de los trastornos mentales deben estar avalados por evidencia científica para garantizar su éxito y, con ello, mejorar la calidad de vida de los pacientes.
“Actualmente, los especialistas buscan que las personas con trastornos mentales tengan una recuperación funcional fuera del hospital, ya que de esta manera se integran a su entorno social y mejoran positivamente su tratamiento”, explicó la dependencia gubernamental en un comunicado.
Actualmente los fármacos de nueva generación causan menos efectos secundarios, lo que ha llevado con mayor éxito a la estabilidad emocional y mental de quienes presentan algún problema de este tipo.
Gustavo Rízquez.