Trabajadores agrícolas de Florida exigen ser incluidos en plan de vacunación. Aproximadamente 20 organizaciones de campesinos y migrantes solicitaron al gobernador Ron DeSantis, que los los vacune. El estado recibió la semana pasada unas 307.000 dosis adicionales de las vacunas contra el nuevo coronavirus.
Dos de las organizaciones solicitantes, el Centro Guatemalteco Maya y la Coalición de Inmigrantes de Florida (FLIC), denunciaron que no han recibido respuesta del mandatario a quien enviaron desde el 11 de enero pasado, un escrito mediante el que le solicitaron que los trabajadores agrícolas fuesen vacunados. Destacaron que dichos trabajadores se encuentran en plena temporada agrícola.
“DeSantis está excluyendo a los trabajadores agrícolas esenciales de recibir la vacuna”, aseguraron las organizaciones en un comunicado.
Por su parte, el gobernador advirtió en días pasados que recibiría unas 307.000 dosis de la vacuna esta semana. Este lote estaría destinado a la inmunización de las personas de 65 años en adelante que han sido prioridad en el estado. También son prioritarios los trabajadores sanitarios y los residentes y empleados de geriátricos.
“Estamos progresando Si tuviera medio millón de dosis adicionales a la semana, podríamos hacer aún más”, dijo DeSantis. No obstante agradeció que el gobierno federal aumentara la dotación de 260.000 a 300.000 dosis semanales.
A pesar de este incremento la campaña de vacunación, los críticos de la gestión de DeSantis y no pocos usuarios consideran que el proceso de inoculación ha lucido un poco lento en Florida que acumula más de 1,7 millones de casos de la COCIV-19.
Los grupos civiles del estado, entre quienes se cuenta la Asociación de Campesinos de Florida, reprocharon que el gobernador decidiera distribuir las vacunas a través de las farmacias de la cadena de supermercados Publix. Dijeron que eso “representa un largo camino para muchos trabajadores agrícolas que viven en áreas rurales”.
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Por su parte, la Coalición de Trabajadores de Immokalee (CIW) entre otras organizaciones que firmaron el escrito enviado al gobernador de Florida, manifestaron su preocupación ante la posibilidad de que el Gobierno estatal, para evitar el “turismo de vacunas”, exija un documento de identidad o prueba del lugar de residencia para la vacunación.
Recordaron que la mayoría de los trabajadores agrícolas de Florida, y en general de Estados Unidos, son personas indocumentadas o trabajadores migrantes que van de estado en estado siguiendo las cosechas.
Immokalee es reconocida como la capital del tomate a nivel nacional. En este lugar más del 85 % de sus habitantes son inmigrantes primordialmente centroamericanos y mexicanos. La coalición que agrupa a los trabajadores de esta localidad dice que desde que inició la pandemia están solicitando mayor atención.
“Los trabajadores agrícolas esenciales no tienen estos documentos, así que, ¿dónde quedan ellos entonces? ¿Sabe que Indiantown (una ciudad agrícola de Florida) fue y sigue siendo el punto caliente de los casos más altos de la COVID en el estado? Ellos se contagiaron por ir a trabajar en las granjas“, escribió en la misiva Frances Delgado activista de las organizaciones.
Florida registra el mayor número de casos de la cepa británica del nuevo coronavirus que es de mayor contagio.