El terciopelo es una tendencia que nos allana nuevamente. Se trata de un textil acostumbrado a mandar y no son pocas las veces que lo industria lo coloca en la cúspide.
De sangre aristocrática este material de caída libertina refleja en el cuerpo una disposición que se pasea por el rasgo de la admiración y contempla una subliminal invitación a desvestirle.
El terciopelo es un tipo de tela velluda en la cual los hilos se distribuyen muy uniformemente, con un pelo corto y denso, dándole una suave sensación muy distintiva.
Muy probablemente, el arte de tejer terciopelo tuvo su origen en el Lejano Oriente.
Las referencias más antiguas aparecen hacia finales del siglo XIII.
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Sin embargo, se sabe que los antiguos faraones egipcios usaban tejidos muy similares a los actuales terciopelos, dando lugar a referencias de hace más de 3.000 años de existencia.
Hoy las firmas más afamadas de la moda mundial lo rescatan por su fuerza y dinamismo a la hora de vestir.
Entre algunas reseñaremos a Oysho.
Oysho es la cadena de ropa íntima del grupo Inditex. Cuenta con diferentes líneas de producto que forman parte de sus colecciones: lencería, gymwear, sleepwear, beachwear, complementos y calzado.
En su ropa íntima ha incluido braguitas, bratlet y sugerentes piezas de lencería realizadas en base terciopelo.
Las modelos de Oysho trasmiten un aura encantadora que atrapa en una primera mirada a las clientas que podrán elegir entre tonalidades de verde negro y crema, colores que hacen la vanguardia en el regreso de la faraónica pieza.
Keepwin es un minorista internacional de moda y belleza en línea, que se esfuerza por ser elegante y poseer encantadoras en ropa, bolsos y productos de maquillaje.
Esta casa de moda también posee una oferta interesante en lencería en terciopelo que no estaría mal revisarla en los catálogos de ofertas en el marco del Black Friday.
El terciopelo es una tendencia muy elegante y que guarda puentes de comunicación entre el pasado y el presente.
La propuesta de diseño son sin duda más audaces que las del pasado, pero solo hace falta tener las ganas para poner a prueba el tiempo que pasa la lencería en la vitrina preferida de los amantes.