Una propuesta de la Administración Trump orientada a restringir la cantidad de personas inscritas en el programa federal de cupones de alimentos, formalmente conocido como SNAP o Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria, dejaría a unos 200 mil niños en Florida sin acceso automático a almuerzos escolares gratuitos.
La proposición que fue anunciada en julio por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), restringiría el uso de los cupones de alimentos al eliminar la capacidad que los estados tienen para modificar ciertas reglas de elegibilidad para SNAP.
Dicha flexibilidad autorizó al Departamento de Niños y Familias (DCF) en Florida, permitir que los hogares con ingresos de hasta el 200 % del nivel de pobreza reciban cupones de alimentos.
De acuerdo con los criterios de elegibilidad más estrictos impuestos en la propuesta del USDA, unos 328 mil residentes de Florida y tres millones de personas en todo el país perderían sus beneficios de SNAP, según reseña del diario El Nuevo Herald.
En este sentido, los niños estarían entre los más afectados dado que la participación en SNAP también les otorga acceso automático a almuerzos escolares gratuitos.
En Florida un total de 195.888 niños estarían en riesgo de perder sus cupones de alimentos y su elegibilidad automática para almuerzos gratuitos en la escuela. Algunos condados serían más afectados que otros, como es el caso de Miami-Dade donde el 71 % de la matrícula estudiantil del condado está inscripta en el Programa Nacional de Almuerzos Escolares. Se trata del quinto porcentaje más alto en el estado según cifras del Florida Policy Institute.
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Según el Servicio de Alimentos y Nutrición, de los 982 mil niños cuyos hogares perderían el acceso a los cupones de alimentos, casi la mitad todavía calificarían para el almuerzo escolar gratis. Las familias elegibles no pueden tener un ingreso familiar que supere el 130 % de la línea de pobreza (33.475 dólares para una familia de cuatro), y deberían completar un proceso formal de solicitud.
Los expertos piensan que la creación de obstáculos burocráticos podría hacer que algunos niños no accedan al beneficio que les corresponde y el Superintendente del Sistema Escolar de Miami-Dade, Alberto Carvalho, está de acuerdo.
En una carta escrita en agosto a los miembros de la delegación de Miami-Dade en el Congreso, Carvalho dijo que el “proceso simplificado” actualmente en vigor “mejora el acceso de los estudiantes a las comidas escolares, reduce papeleo y costos adicionales para el distrito y refuerza la integridad del programa”.
Cindy Huddleston, analista de políticas del Florida Policy Institute agregó que “si se aprueba este recorte mucha de la responsabilidad recaerá en las escuelas para asegurarse que los niños y las familias que pierdan su SNAP vuelvan a ser parte del programa de almuerzo escolar lo antes posible”.
Según un análisis reciente realizado por el Gobierno, los recortes de SNAP podrían reducir los gastos del programa federal de comidas escolares por aproximadamente 90 millones de dólares cada año.
Si se aprueba la propuesta del USDA, los administradores escolares piensan que necesitarían reforzar sus campañas de comunicación y educación para asegurarse de que las familias conozcan el proceso de solicitud para los almuerzos gratis.