El impacto negativo de Philly Fighting COVID tiene consecuencias más allá de las imaginadas. Como ejemplo está el que perjudica a un grupo intachable. El tema hace referencia a Philadelphia FIGHT Community Health Centers. Se trata de un servicio con 30 años de actividad impecable que por la mala actuación de unos “muchachos” se ven “arrastrados” al abismo.
La homofonía que hay entre las dos agrupaciones es la que ha generado el rechazo. Jane Shull, directora general, dijo que “fue desafortunado que eligieran un nombre que, por ser Philadelphia FIGHT, a mucha gente le parece similar”. La directiva dijo que al principio, esperaba que la confusión con los nombres de los grupos se disipara. Pero cuando quedó claro que eso no ocurriría pronto, la organización decidió responder.
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Sobre este tema escribió Ali McPherson de WHYY Philadelphia. Detalló cómo el escándalo ha dañado la reputación de un grupo de centros de salud. Durante 30 años, Philadelphia FIGHT Community Health Centers ha proporcionado atención sanitaria, defensa e investigación sobre tratamientos y vacunas sin una marca en su reputación.
Otro perjudica a grupo intachable
Una empresa de nueve meses de vida perjudica a grupo intachable. Philly Fighting COVID cayó rápidamente en desgracia como proveedor de vacunas de la ciudad. De allí que Philadelphia FIGHT Community Health Centers se encontró luchando por mantener su buen nombre.
En un comunicado publicado en su sitio web, Philadelphia FIGHT reprende al grupo desacreditado. Se desmarca del grupo fundado por el estudiante de posgrado de Drexel Andrei Doroshin, diciendo:
“No estábamos involucrados en este proyecto de ninguna manera. Pero todos nos hemos visto perjudicados por él”. PFC argumenta que no se ha producido ningún daño, aparentemente porque la gente ha sido vacunada. Están equivocados”.
La peligrosa homofonía
Shull dijo que se sintió sorprendida y horrorizada cuando se enteró de las acciones de PFC. Basándose en conversaciones con los miembros de la junta de su organización, se dio cuenta de que la gente se preguntaba si Philadelphia FIGHT estaba afiliada al grupo de Doroshin.
Le preocupaba que si Philadelphia FIGHT no hablaba públicamente, quedaría vinculada para siempre a PFC. Perderían la confianza de las mismas personas a las que pretende proteger.
“Hemos hecho todo lo que hemos podido para intentar sacarlo a la luz”, dijo Shull. “Porque, ya sabes, no queremos caer en hacer las cosas que ellos han hecho y que no son muy buenas para generar confianza”.
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En enero, PFC abrió la primera clínica de vacunación masiva en Filadelfia con la confianza y el apoyo de las autoridades sanitarias de la ciudad. Cuando PFC hizo el cambio de entidad sin ánimo de lucro a entidad con ánimo de lucro, los funcionarios de salud de la ciudad anunciaron que ya no proporcionarían al grupo las dosis de vacunas.