El papa Francisco insistió este viernes en su tradicional mensaje de Navidad en «la necesidad de fraternidad» en el mundo.
«En este momento de la historia, marcado por la crisis ecológica y por los graves desequilibrios económicos y sociales, agravados por la pandemia del coronavirus, necesitamos más que nunca la fraternidad», anunció.
Llamó a una fraternidad concreta, más allá de la familia, la etnia, la religión, la lengua o la cultura. «Y esto es válido también para las relaciones entre los pueblos y las naciones», comentó el pontífice.
Este llamado a la solidaridad se aplica «especialmente con las personas más frágiles, los enfermos y todos aquellos que en este momento se encuentran sin trabajo o en graves dificultades por las consecuencias económicas de la pandemia, así como con las mujeres que en estos meses de confinamiento han sufrido violencia doméstica».
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La petición de fraternidad ha estado presente sobre todo en sus discursos desde el comienzo de la pandemia de la COVID-19, en particular con la publicación, en octubre pasado, de un extenso alegato en este sentido, la encíclica “Fratelli tutti” (Todos Hermanos).
Finalmente, el papa se refirió a sus reflexiones sobre los difíciles reencuentros familiares, para él una ocasión para magnificar su importancia.
«Mi pensamiento se dirige en este momento a las familias: a las que no pueden reunirse hoy, así como a las que se ven obligadas a quedarse en casa».