La Organización Mundial de la Salud (OMS) estimó que el número real de muertes por coronavirus son 2 o 3 veces superior a los 3,4 millones de fallecimientos notificados actualmente a la agencia, según explica el informe sobre las Estadísticas Sanitarias Mundiales 2021.
Es decir, las cifras reales de fallecidos podrían estar entre los 6,8 y los 10 millones.
A 31 de diciembre de 2020, las estimaciones preliminares sugieren que el número total de muertes mundiales atribuibles a la pandemia de COVID-19 en 2020 fue de al menos tres millones, lo que representa 1,2 millones de muertes más que los 1,8 millones notificados oficialmente.
La OMS destaca que la pandemia de COVID-19 supone una importante amenaza para la salud y el bienestar de la población a nivel mundial.
El coronavirus afecta de manera desproporcionada a las poblaciones vulnerables, y corren mayor riesgo de contraerlo quienes viven en entornos superpoblados. Además, el estudio apunta que la falta de desglose de los datos favorece la desigualdad de los resultados sanitarios, ya que solo el 51% de los países incluyen datos desglosados en sus informes estadísticos nacionales.
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Así, con un 90% de países que reportan interrupciones en los servicios de salud esenciales y un 3% de los hogares que gastaron más del 25% de su presupuesto en atención sanitaria en 2015, la cobertura sanitaria universal corre mayor riesgo de quedarse rezagada.
Por otro lado, el mismo informe señaló que la esperanza de vida global al nacer ha aumentado de 66,8 años en el año 2000 a 73,3 años en 2019, y la expectativa de vida en condiciones saludables ha aumentado de 58,3 a 63,7 años.
Los mayores avances se están consiguiendo en los países de bajos ingresos, principalmente debido a la rápida reducción de la mortalidad infantil y de las enfermedades transmisibles.
Del mismo modo, también se ha logrado una reducción mundial del 33% en el consumo de tabaco, aunque en el otro lado de la balanza se indica que aumenta la obesidad en los adultos con registros de hasta una cuarta parte de la población de los países de ingresos altos en 2016.