Las potencias mundiales encaran sus más urgentes problemas abriendo las arcas a los investigadores. Como ejemplo está la pandemia. La gestión de una vacuna se logró en tiempo récord. ¿Qué impacto tuvo en los EEUU? La respuesta es: muchos. Pero destaca que los demócratas capitalizaron los errores del adversario y se hicieron de la Casa Blanca. ¿Entonces, porque el tema de los inmigrantes ilegales no se resuelve? Sencillo: “ellos no son electores”.
A esta conclusión ha llegado el catedrático Ediberto Román, profesor de Derecho en la Universidad Internacional de Florida. El académico armó su tesis basado en datos documentales. Es un estudioso de la inmigración y creó un andamio teórico sobre el análisis de docenas de artículos de revisión de leyes.
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En líneas generales la inmigración ilegal en EEUU, históricamente ha derivado en problema, solo después que era una solución. Al principio, cuando los peregrinos llegaron en el Mayflowers, se toparon con una ventaja que solo “el nuevo mundo” ofrecía. Las naciones Apache, Blackfeet, Cherokee, Cheyenne, o Sioux, por nombrar algunas de las 570 tribus nativas americanas reconocidas, no tenían “puertos de entrada”.
No son electores
Sin embargo españoles, franceses, mexicanos, chinos, polacos, irlandeses, alemanes, japoneses, africanos, europeos todos y asiáticos en general encontraron puertas giratorias. Durante extensos períodos la nación ha sido “oportunista” en materia de migración. Formalmente el episodio de la inmigración a través de la Isla Ellis, es la génesis del “sueño americano”. Hoy por hoy todos duermen en Washington, pero pocos recuerdan el mundo onírico.
La solución al problema de la inmigración ilegal no es viable porque “los aliens” no son electores. Además, dependiendo del proceso electoral en ciernes el tema cambia de matiz. El profesor Ediberto Román identificó un nicho de análisis. Aisló a los niños que viajan solos e identificó porque son un problema para el Estado.
“En una resumida enumeración, los niños necesitan cuidados, su atención es costosa y a la vez se torna complicada”. El académico además precisó que incluso, si los niños tienen parientes de acogida en EEUU, estos no son electores.
Análisis político del caso
“Los inmigrantes indocumentados -y en particular los niños- no son electores de ningún político de Washington. No tienen voz en el sistema democrático estadounidense. Aunque los periodistas pueden informar, y de hecho lo hacen, sobre los problemas de inmigración, y los bufetes de abogados de interés público pueden representar, y de hecho lo hacen, a estos niños en los procedimientos de inmigración, los menores no acompañados simplemente no forman parte del bloque de votos de ningún político ni de su estrategia de reelección”.
Ediberto Román precisa que la cuestión se suele pasar por alto o se maneja mal sin repercusiones políticas reales. La percepción de que una administración presidencial permite que los niños sufran tiene un coste de relaciones públicas. Pero las investigaciones de las encuestas muestran que los votantes estadounidenses no dan preminencia a la inmigración en su lista de prioridades.
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“Además, los inmigrantes indocumentados y los niños refugiados no pueden hacer responsables a los políticos de sus fracasos en la frontera”.