El gobernador de Florida, Ron DeSantis, considera la posibilidad de reabrir gradualmente la economía en el estado luego de que el presidente Donald Trump anunciara la activación de un plan de tres fases para la reapertura de la economía estadounidense.
“Creo que estamos en condiciones de gradualmente regresar al trabajo, con la esperanza de resolver los daños económicos actuales”, aseguró DeSantis quien vio respaldada su decisión luego que el mandatario estadounidense comentara que si los gobernadores “creen que es momento de reabrir, les vamos a proveer los medios necesarios para ayudarlos de acuerdo con lo que ellos quieran hacer”.
El gobernador de Florida explicó que en esta entidad además de los problemas económicos, prevalece la angustia emocional “al no saber lo que está pasando y cuando vendrá el dinero”.
Por otra parte, Ron DeSantis mostró su inconformidad con el colapso del sitio web para aplicar al desempleo. Y es que las listas para obtener la planilla impresa han sido muy extensas.
“No ha sido suficiente, por los cientos de miles de personas que actualmente se encuentran sin trabajo y sin confirmación del estado que tienen esos beneficios de desempleo”, comentó al respecto el analista político Mike Hernández.
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La ayuda económica federal en Florida ha llegado a más de 23.800 usuarios, mientras que otros 33.600 cheques han sido entregados a personas que solicitaron ayudas. Mientras, en Washington la Casa Blanca dio luz verde a los gobernadores para determinar cómo y cuándo levantar las medidas de confinamiento y demás restricciones que se decretaron con el objetivo de detener el la propagación de la COVID-19.
La Casa Blanca dio a los gobernadores una guía para restaurar la actividad normal de manera gradual en lugares que tienen un fuerte método de pruebas para el coronavirus y están registrando una disminución consistente en casos positivos.
En la primera fase, el plan recomienda un distanciamiento social estricto para todas las personas en público, evitar reuniones de 10 personas o más, y se desalientan los viajes no esenciales.
En la segunda fase se anima a las personas a mantener la distancia social cuando sea posible, limitar las reuniones a no más de 50 personas y los viajes pueden reanudarse.
La fase tres busca un regreso a la normalidad para la mayoría de los estadounidenses, con un enfoque en la identificación y aislamiento de cualquier nueva infección, protegiendo a los más vulnerables.
El presidente Trump explicó que cada fase duraría al menos 14 días, para asegurarse que las infecciones no se disparen nuevamente.
Toda Florida está bajo una orden de confinamiento obligatorio que mantiene cerrados todos los negocios que no son esenciales, y a la gente en sus casas salvo para comprar productos básicos, trabajar en casos especiales y hacer ejercicio físico.
En los últimos días han surgido voces a favor de poner en marcha de nuevo la actividad económica, como la del alcalde de Miami-Dade, Carlos Giménez, pero otras han advertido que todavía es pronto para terminar con las medidas preventivas.
En tanto, la gestión de DeSantis ha recibido críticas después de permitir la vuelta de los deportes en directo como la WWE, que volverá emitir su programación sin público en directo para “ayudar a distraer” a la población.