La reapertura de los planteles de Filadelfia de acuerdo al plan del Distrito Escolar sigue paralizada. Al parecer las escuelas tóxicas de Philly ocasionan más preocupaciones en los docentes que la propia pandemia.
La periodista Dale Mezzacappa de Chalkbeat Philadelphia, reveló datos que son las piedras que trancan las negociaciones. La Federación de Maestros de Filadelfia y Distrito Escolar están trenzados en un difícil proceso de validaciones. El Magisterio asegura que ha hecho todo para declarar a los edificios aptos para impartir clases presenciales inmediatamente. Sin embargo los docentes tienen a un científico ambiental escrutando la información.
De acuerdo al trabajo periodístico que fue replicado en WYHH Philadelphia, hay un largo legado de desconfianza en la administración del distrito. Los edificios escolares son viejos y tienen un historial de problemas de seguridad y de mantenimiento diferido.
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Hace varios años, un profesor contrajo mesotelioma, que está específicamente relacionado con la exposición al amianto. En 2017, un alumno de primer grado se envenenó con plomo al comer trozos de pintura que cayeron sobre su escritorio.
Escuelas tóxicas de Philly
El sindicato considera que es el momento de llamar la atención de nuevo sobre todos los defectos. Hay negligencia y un historial de mala gestión. Las escuelas tóxicas de Philly no son una novedad. Los viejos edificios escolares son más temidos por el amianto y el plomo que por la propagación del virus Sars-Cov-2.
Los docentes están creando condiciones para obligar al distrito a actuar de forma más agresiva. Buscan arreglar los edificios y, tal vez, conseguir fondos adicionales para hacerlo. El plan inicial del Distrito escolar era dar clases presenciales para algunos estudiantes de preescolar a segundo grado desde el 1 de marzo. Las autoridades hicieron un llamado a los profesores para atender al plan. Sin embargo el gremio se negó a volver a entrar en los edificios el 8 de febrero para prepararse, y optaron por protestar fuera de sus escuelas.
El centro del revuelo ha sido el uso por parte del distrito de hasta 3.000 pequeños ventiladores de ventana residenciales. Se adquirieron para mejorar la circulación en 32 escuelas en las que los sistemas de ventilación ya no funcionan.
No obstante los docentes están inconformes con el paliativo. En algunas de esas escuelas, los sistemas de ventilación se apagaron porque sus componentes están contaminados con amianto. Los funcionarios del sindicato quieren saber si se ha eliminado el amianto de esos sistemas, y dicen que no obtienen respuestas.
El Distrito Escolar no informa
Según quienes conocen el proceso de mediación, el distrito ha proporcionado al sindicato y al mediador montones de documentos sobre cada escuela. Pero el sindicato dice que eso no es suficiente.
“El distrito ha entregado una gran cantidad de datos sobre el manejo del aire, el tipo de ventilación, los metros cuadrados y el número de personas que es seguro tener en cada aula”, dijo el teniente de alcalde de Trabajo, Rich Lazer. “El sindicato está actuando con la debida diligencia para asegurarse de que la información es exacta. Es un proceso inmenso”.
Y añadió: “El objetivo de todos es abrir las escuelas de forma segura”.
No obstante el estancamiento se puso de manifiesto en una audiencia de seis horas en el ayuntamiento el miércoles. El científico medioambiental de la PFT, Jerry Roseman habló de las escuelas tóxicas de Philly. Describió con detalle lo que el sindicato estaba haciendo para verificar el volumen de información que el distrito ha proporcionado.
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Él y su equipo están llevando a cabo un meticuloso análisis en tres pasos. Revisan 8.000 espacios en 152 escuelas. Analizan cuidadosamente todos los documentos y datos pertinentes para garantizar que no haya problemas de amianto o preocupaciones relacionadas con los sistemas de ventilación”.
Y, según dijo, el distrito no proporcionó toda la información solicitada hasta el 14 de febrero, más de una semana después de que comenzara el proceso de mediación.