El orgasmo es el clímax de la relación sexual. Muchos factores intervienen en la consecución del anhelado orgasmo, desde la educación moral y sexual con que crecimos hasta nuestra propia destreza para llegar a él, porque el orgasmo es de quien lo trabaja.
Pero tener orgasmos no sólo es deseable por el placer que producen, sino también porque son buenos para la salud. Varios estudios han comprobado los beneficios del orgasmo en quien los experimenta con frecuencia.
A continuación cinco razones por las que te conviene tener orgasmos.
Fortalecen el suelo pélvico
Especialmente para las mujeres, los orgasmos son una excelente manera de fortalecer el suelo pélvico, que a menudo se debilita por los partos o tras una histerectomía. La contracción involuntaria de la musculatura del suelo pélvico que ocurre durante el orgasmo es un excelente ejercicio para mantener el tono de la zona y evitar problemas como la incontinencia urinaria.
Evitan el cáncer
En los hombres, eyacular con frecuencia puede protegerles contra el cáncer de próstata. Un estudio de 1997 demostró que quienes eyaculan al menos 21 veces al mes, presentan un riesgo de desarrollar la enfermedad 20 por ciento menor en comparación con los hombres que eyaculan entre cuatro y siete veces al mes.
Combaten el estrés
En hombres y mujeres el orgasmo libera hormonas muy beneficiosas para la salud, como la oxitocina -conocida también como la hormona de la felicidad- y las endorfinas. Estas sustancias actúan como relajantes, de manera que el estrés acumulado se libera y el sistema inmunológico se fortalece. Además, la segregación de estas hormonas puede prevenir las enfermedades cardiovasculares y ayudar a conciliar el sueño.
Alargan la vida
Diversos estudios sobre la sexualidad han encontrado que hombres y mujeres que experimentan orgasmos con frecuencia viven más años que quienes no los viven repetidamente. Además es posible disfrutarlos incluso durante la tercera edad y hasta los 90 años.
Mejoran el aspecto de tu piel
Al tener relaciones sexuales y lograr un orgasmo, la circulación sanguínea aumenta, por lo que los órganos del cuerpo reciben mayor cantidad de sangre y, con ella, oxígeno y nutrientes. La piel no es la excepción: el órgano más extenso del cuerpo también disfruta los beneficios de la circulación sanguínea, libera toxinas y luce renovada.
Fuente:www.laopinion.com