Hasta la fecha son informaciones extra oficiales. Sin embargo sobre el tema se ha ocupado The Washington Post. De acuerdo a la prensa capitalina la administración Biden desea tener mayor control sobre el ICE.
El Post tiene una fuente confiable que le ha dicho que desde la Oficina Oval pronto saldrán órdenes que bajarán la presión en las deportaciones. El proyecto de directrices está a la espera de la aprobación del secretario del Departamento de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas. Él es el funcionario de ascendencia hispana que fue confirmado por el Senado el martes.
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El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos se está preparando para emitir nuevas directrices a los agentes esta semana. Sobre esto ha escrito los periodistas Nick Miroff y Maria Sacchetti del Post.
Mayor control sobre el ICE
Según los aportes editoriales la administración Biden tiene un juego de directrices que impondrán mayor control sobre el ICE. Las órdenes podrían frenar drásticamente las detenciones y deportaciones. El gobierno de Biden intenta afirmar un mayor control sobre una agencia a la que se le permitió una amplia latitud bajo el presidente Donald Trump. El Post ha verificado su fuente y posee memorandos internos y correos electrónicos.
Aunque los nuevos planes operativos del ICE aún no son definitivos, las instrucciones provisionales enviadas a los altos funcionarios apuntan a un cambio importante en la aplicación de la ley. Los agentes ya no deportarán en base a su discrecionalidad.
No podrán procesa a los ilegales incursos en conducción bajo la influencia o agresión. Al parecer solo se centrarán en las amenazas a la seguridad nacional. Incluye a los que hayan cruzado recientemente la frontera. También a las personas que estén cumpliendo penas de prisión y cárcel por condenas por delitos graves.
Qué está fuera de juego
Tae Johnson, director en funciones, ofreció un panorama a través de un correo electrónico. Aconsejó a los funcionarios sobre cómo actuar mientras se ultimaban las nuevas directrices. “Por lo general, estas condenas no incluirán los delitos basados en las drogas (delitos menos graves)”. Tampoco perseguirán la agresión simple, la conducción bajo los efectos del alcohol. Quedan fuera los casos de blanqueo de dinero, delitos contra la propiedad, fraude, delitos fiscales, la solicitación o los cargos sin condena”.
El gobierno de Biden está tratando de reorientar al organismo, una agencia de seguridad que ha visto sus prioridades oscilar de una administración a otra. Desea mayor control sobre el ICE. Pero sus funcionarios, frustrados, dicen que los cambios propuestos les quitarán discrecionalidad. Limitará a los agentes gravemente en su capacidad para detener y deportar a los delincuentes.
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Los agentes que quieran detener a fugitivos fuera de las cárceles y prisiones necesitarán una aprobación. Deberán recurrir previamente al director de la agencia en Washington. Tienen que justificar la decisión. Además explicar cómo la acción de aplicación de la ley “constituye una asignación apropiada de recursos limitados”, según un borrador de memorando que circula en la agencia.
“Han suprimido el ICE sin abolirlo”, dijo un funcionario angustiado que habló bajo la condición de anonimato. “La oscilación del péndulo es tan extrema. Literalmente, parece que hemos pasado de la capacidad de aplicar plenamente nuestras leyes de inmigración a que ahora nos digan que no apliquemos nada.”