La gobernadora de Puerto Rico, Wanda Vázquez, ordenó mantener todos los negocios cerrados y prohibir la venta de bebidas alcohólicas el próximo domingo 26 de julio como medida para frenar el avance del brote de coronavirus en la isla.
“En momentos en que hay aumento de casos, de hospitalizaciones y de fallecimientos, no podemos bajar la guardia y es por eso que, junto a representantes de la industria hemos determinado tomar medidas más restrictivas, por el momento el domingo”, anunció la mandataria.
Vázquez aclaró durante el resto de la semana seguirá la orden ejecutiva anterior vigente hasta el 31 de julio y que incluye toque de queda de 10:00 de la noche a 5:00 de la mañana y la venta de alcohol hasta las 7:00 de la noche, entre otras medidas.
En un comunicado publicado el lunes, la gobernadora indicó que el próximo domingo todos los negocios estarán cerrados, excepto farmacias, supermercados, gasolineras y restaurantes.
“Hemos visto un descontrol los fines de semana, especialmente los domingos cuando muchas personas se olvidan que aún enfrentamos la emergencia por la pandemia del COVID-19″, comentó.
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El número de positivos confirmados por COVID-19 en la isla se situó el lunes 20 de julio en 4.011 mientras que los probables son 8.450. El total de muertes confirmadas y probables por coronavirus es de 180 y las hospitalizaciones subieron de 315 a 336.
La gobernadora se reunió con miembros de los grupos de trabajo médico y económico contra la pandemia, así como con representantes de la industria privada y acordaron cerrar el domingo todos los negocios, salvo las citadas excepciones.
Los servicios religiosos podrán continuar el domingo, tomando las debidas medidas para evitar contagios.
El próximo martes se realizará otra reunión para evaluar si las personas cumplieron con la orden ejecutiva durante el fin de semana. Según sea el resultado “se determinará si el domingo 2 de agosto es necesario volver a cerrar. Esta es una medida cautelar para detener la curva de contagios y seguir ajustando”.