Una hora después de haber jurado al cargo, Alejandro Aparicio, alcalde del municipio mexicano de Tlaxiaco, fue asesinado a balazos, sin que hasta el momento se conozca la motivación que tuvo este acto de violencia.
En el homicidio participaron dos hombres, pero hasta el momento solo se ha logrado la captura de uno de ellos.
El alcalde de Tlaxiaco era miembro del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), fuerza política del nuevo presidente mexicano.
Este 1 de enero se llevó a cabo la investidura de 205 presidentes municipales en el Estado de Oaxaca.
El homicidio de este funcionario público, se constituye en el segundo que se lleva a cabo en la administración de López Obrador, ya que el pasado 16 de diciembre, Olga Kobel, alcaldesa del municipio de Juárez (Coahuila, al norte del país), fue hallada muerta con señales de violencia después de desaparecer por seis días.
En relación al asesinato de Alejandro Aparicio, el gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat (PRI), escribió en su cuenta de Twitter que condenaba “enérgicamente el ataque contra el presidente municipal de Tlaxiaco”.
Murat además apuntó que “solicité una exhaustiva investigación al fiscal general y este me informa que ya tiene detenido al probable autor del homicidio”.
Las autoridades continúan la investigación para esclarecer los hechos y localizar al segundo agresor.
La Fiscalía ha confirmado la detención del probable responsable del homicidio de Aparicio.
Las primeras indagatorias apuntan que el alcalde fue asesinado de varios disparos cuando recorría las calles de Tlaxiaco después de la toma de posesión y que en el ataque resultaron heridos dos de sus regidores.
Presuntamente, la gente que acompañaba al alcalde de Tlaxiaco detuvo al presunto homicida y estuvo cerca de lincharlo pero los policías se lo llevaron para entregarlo a la Fiscalía, señalaron.
Yeidckol Polevnsky, presidenta de Morena, lamentó el asesinato a través de Twitter: “Tiempo de canallas los ataques cobardes en contra de gobiernos elegidos por el pueblo”, escribió la lideresa, quien agregó que “el odio y la violencia” no detendrán la transformación prometida por López Obrador tras las elecciones de julio.